domingo, 24 de abril de 2016

MORELIA - MICHOACAN (MÉXICO) 23 - 04 - 2016. PABLO HERMOSO Y SUS COMPAÑEROS DE CARTEL EN UNA TARDE SIN SUERTE.

Foto Juan Andrés H. Mendoza. PABLO HERMOSO
Plaza de toros Palacio del Arte de MORELIA (MICHOACAN).  23 de abril de 2016

ENTRADA: Casi lleno.

RESEÑA: Pablo Hermoso de Mendoza (bronca tras aviso y palmas); David Silveti (silencio tras aviso y silencio tras aviso; y Andrés Roca Rey (ovación, silencio y dos orejas en el de regalo).

GANADERIA: Toros de Fernando de la Mora (1 y 4) y Pablo Moreno (2, 3, 5, 6 y 7).

CABALLOS UTILIZADOS:

Primer toro de la Ganadería de Fernando de la Mora, número 41, 500 Kg, de nombre Cumpleañero: De salida ZELADOR (2 rejones de castigo); en banderillas JANUCA (2 banderillas) y DONATELLI (2 banderillas); y para el último tercio BARRABAS (tres cortas y dos rejones de muerte y tres pinchazos).

Segundo toro de la Ganadería de Campo Hermoso, número 175, 448 Kg, de nombre Regalo: De salida  AGORA (2 rejones de castigo); en banderillas DUENDE (2 banderillas) y DONATELLI (2 banderillas); y para el último tercio AGORA (tres cortas y dos rejones de muerte, tras dos pinchazos y descabello).

COMENTARIO: No comenzó bien el regreso de Pablo Hermoso de Mendoza al Palacio del Arte de Morelia, magno y cómodo escenario que se reparte el protagonismo taurino de la capital michoacana con la Monumental.
Decimos que no comenzó bien, porque el primer toro que lidió Pablo tenía escasa arboladura y eso enojó al respetable desde los inicios. Pablo continuó la lidia siempre con un público en su mayoría protestando, podemos decir que con razón, aunque Pablo no era el culpable de la situación. De esa guisa, nada de lo que el jinete y los caballos ejecutaban era del gusto del respetable. Con todo Pablo continuó con la lidia dejando buenas reuniones y piruetas para terminar, atenazado por los  nervios del ambiente de varios golpes de rejón, lo que dio más argumentos a los protestantes. Decir que el toro a pesar de su escasa cara fue el de más peso y presencia de toda la corrida.
Esa bronca por el toro, que al final se personificó en el rejoneador, hizo que en el cuarto de la tarde saliera al ruedo arrancado y dispuesto a demostrar porqué es el máximo referente del toreo a caballo y porque se mantiene en figura después de tantos años. Ante un toro más pequeño de tamaño, aunque mejor armado de cornamenta, el navarro bordó una faena que si hubiera certificado con el rejón de muerte, seguramente hubiera sido premiada con el rabo de este Regalo. Los escasos pitos del inicio pronto AGORA se encargó de volverlos aplausos a base de temple y de torear despacio a un toro que mostraba bravura y codicia. Suaves y sencillos redondos donde la cola del caballo era su muleta y donde daba paso a la colocación del toro para los rejones de castigo. Poco a poco la tarde iba subiendo de intensidad y tanto DUENDE como DONATELLI se encargaron de hacer que el Palacio del Arte se convirtiera en una olla a presión. El primero destacó en el galope de costado, en los cambios de grupa y en los muletazos que dio con la cola en el mismo hocico del toro. Y el segundo puso la brillantes y la emoción en las banderillas, llegando mucho y sobe todo ajustando las piruetas al tranco del toro para ejecutarlas en la misma cara. Cerro nuevamente  montando a AGORA que demostró su versatilidad y apoyó al jinete en la colocación de las cortas y en los desplantes cuando el navarro se descolgaba para colocar el codo sobre el testuz. Pinchó en todo lo alto antes de dejar un rejón arriba que no tuvo efectos y acabó con un descabello, cerrando así una tarde que podríamos calificar como de luces y sombras, o más bien, primero sombras y luego luces.

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